Cuando pensamos en diseño de interiores, solemos enfocarnos en los muebles, en las tendencias…pero casi nunca volteamos a ver hacia arriba. Y ahí está: el techo, ese “quinto muro” que pocas veces recibe atención, pero que puede cambiar por completo cómo se siente un espacio.
Si yo te preguntara: ¿Qué es lo primero que quisieras cambiar de tu espacio? Lo más probable es que respondas que un mueble en específico, colocar papel tapiz o darle un nuevo acabado a un muro. Pero casi nunca pensamos en el techo. Y eso me recuerda mucho a una clase que tuve durante mi carrera universitaria, donde analizábamos cómo se han diseñado los interiores a lo largo de la historia. En épocas donde el Renacimiento —e incluso antes—, se tomaban en cuenta absolutamente todos los elementos: pisos, muros y techos. Los murales en el techo eran tan importantes que lograban ambientes impactantes, cargados de arte y simbolismo. Esa visión integral es lo que deberíamos recuperar hoy: dejar de ver el techo como algo secundario, porque cada detalle cuenta y es lo que determina cómo te sientes en un espacio.
Un techo bien diseñado puede hacerlo todo: dar amplitud, calidez, elegancia o incluso personalidad única. Aquí te cuento cómo sacarle todo el provecho para que se convierta en el gran protagonista de tu proyecto.
El techo como parte clave del diseño
El techo no es un simple elemento: influye en cómo percibimos la altura, la luz y hasta el estilo de una habitación. Un techo alto nos transmite libertad, mientras que uno bajo —con el diseño adecuado— puede crear un ambiente mucho más acogedor.
Al final, es un lienzo en blanco que une todo el espacio. Ignorarlo sería desaprovecharlo.
Tipos de techos que hacen la diferencia
1.Techos falsos o suspendidos
Ideales para esconder cables y jugar con la iluminación indirecta. Además, mejoran la acústica y se ven modernos.
2.Techos con molduras
Perfectos para dar carácter y elegancia, ya sea en un estilo clásico o más contemporáneo.
3.Techos de madera
Aportan calidez, textura y esa sensación acogedora que hace que un espacio se sienta “hogar”.
4.Techos con papel tapiz
Una opción creativa para romper con lo tradicional. Dependerá de lo que se quiera transmitir y si el espacio lo permite.
Cómo aprovechar al máximo el techo
1.Juega con la iluminación
El techo es el mejor aliado de la luz. Puedes usar focos empotrados, tiras LED ocultas o una lámpara colgante que se lleve todas las miradas.
2.Usa el color a tu favor
Un cambio de color puede modificar la percepción del espacio. Los techos claros agrandan, los oscuros hacen los espacios más íntimos. ¡Elige el efecto que quieras provocar!
Errores comunes al diseñar el techo
- No tomar en cuenta la altura del espacio.
- Cargarlo demasiado de detalles.
- No pensar en la luz natural.
- Desconectarlo del resto del diseño.
Lo que quiero que te lleves hoy
El techo no es un detalle secundario: es una oportunidad para darle carácter y alma a tu espacio. Si lo aprovechas con intención, puede convertirse en ese elemento inesperado que transforma por completo la manera en que vives cada rincón.
Atrévete a salir de tu zona de confort y optar por un diseño con personalidad. Al final del día, es tu espacio, y merece estar exactamente como tú lo deseas.
Este es solo un recordatorio de que cada detalle cuenta, incluso aquellos que solemos dejar en segundo plano. Permítete experimentar, crear y disfrutar del proceso.
Te invito a seguir leyendo los blogs disponibles para inspirarte aún más y descubrir nuevas formas de llevar tu espacio al siguiente nivel. Recuerda, aquí, tu espacio y tú siempre serán prioridad.
Con cariño, LDIA. Merary Arredondo.
